Carencia
primera y última,
a la vista del alma
encendida en la piel
que desnuda otras carencias,
a veces disfrazadas,
negadas desde su raíz
Carencia
que es sinónimo de herida
siempre abierta, siempre herida,
con una esperanza que promete
vaciarla de su dolor
liberarla de su peso.
Nuestro sentimiento de finitud... Nuestra carencia fundamental, nuestro ser abierto en herida, una herida abierta al universo que silencioso revela sus signos indescifrables... Nuestra herida anhelante de ternura y de ser.
ResponderEliminar